Economía Humana

Impulsar una economía humana

En el Movimiento Semilla consideramos que la economía guatemalteca debe contribuir a reducir la pobreza y evitar la exclusión, de manera que beneficie al conjunto de los guatemaltecos y no solo a un grupo reducido de familias privilegiadas que han concentrado el poder económico y político en el pasado. Para lograrlo impulsaremos la conformación de una economía humana: próspera, equitativa y ambientalmente sostenible.

Productores y consumidores, trabajadores y patronos, grandes y pequeños empresarios, cooperativistas y comunidades podrán interactuar libremente en el marco de políticas y de regulaciones establecidas legítima y democráticamente por la ciudadanía, e implementadas con autoridad y eficacia por un Estado capaz de interactuar con una sociedad plural, diversa y compleja. Para el Movimiento Semilla es prioritario establecer los incentivos y un marco de políticas económicas que favorezcan producir eficientemente para nuestro mercado interno y para mercados externos simultáneamente. Estas políticas y regulaciones deberán contribuir a que el funcionamiento de la economía responda al interés colectivo de las actuales y futuras generaciones, y prevenga la reproducción de exclusiones, discriminación, desigualdades, vulnerabilidades ambientales y conflictos. Nos corresponde también reducir las vulnerabilidades sociales frente a desastres y promover una cultura de prevención.

Para generar esta economía humana requerimos un Estado eficaz para hacerlo, con suficientes recursos, pero también buscaremos convergencias entre el Estado, los agentes económicos y los movimientos sociales y ambientales para lograrlo, dentro de una perspectiva de largo plazo. Solo así nos reproduciremos de manera sostenible y con respeto a las personas, a las comunidades y a la Naturaleza.

Necesitamos favorecer el surgimiento de nuevas cadenas de valor dentro de un marco de respeto a la Naturaleza, con enfoque territorial, y privilegiando el surgimiento de nuevos emprendedores. Es fundamental partir de la participación de pequeñas y medianas empresas, cooperativas y otras asociaciones de productores y de vendedores, incluyendo a la economía campesina y a formas comunitarias de organización, así como la multitud de tiendas y pequeños talleres de reparación y servicios que pueblan toda Guatemala. Solo de esta manera lograremos generar una prosperidad compartida, base de una economía humana.

Para hacerlo se deben de impulsar pactos entre el gobierno y diversos grupos de emprendedores con el objeto de favorecer la inversión. La inversión debe ser la base para generar empleo e ingresos para reducir la pobreza y la desigualdad. Urge buscar estimular la inversión y la formalización de micro, pequeños o medianos negocios mediante un esfuerzo masivo que asegure el acceso al crédito, capacitación, asesoría, información sobre insumos y mercados, conocimiento de diversas tecnologías, y contactos con agentes económicos en el ámbito internacional, incluyendo migrantes guatemaltecos en el exterior, empresas extranjeras y la cooperación internacional. Consideramos vital convertir estos apoyos en incentivos determinantes para favorecer una formalización masiva de empresarios y trabajadores en toda Guatemala.

La acumulación de capital por parte de los productores más marginados y vulnerables, preferiblemente asociados, será una base fundamental para reducir la desigualdad y la pobreza.   El Movimiento Semilla cree importante complementar la inversión privada nacional con inversión extranjera en las cadenas de valor prioritarias, sin privilegios, y con inversiones públicas que le asignen prioridad a la construcción y mantenimiento de caminos rurales para integrar nuestro mercado nacional y volverlo más eficiente.

Todos estos esfuerzos deben enfocarse en aquellos sectores o cadenas de valor donde Guatemala ya tiene ventajas competitivas, o que pueda tenerlas a corto plazo, con enfoque territorial. Van desde el turismo cultural y natural o el comercio, hasta la agricultura de precisión de pequeños productores o la industria liviana, favoreciendo la incorporación de nuevas tecnologías y siempre dentro de un marco de respeto a la Naturaleza. También es importante impulsar un plan masivo de construcción de vivienda popular, apoyado por el establecimiento de nuevos mecanismos de crédito público y privado para favorecer su financiamiento.

La articulación de esfuerzos públicos y privados, comunitarios e individuales, y bases de una economía humana, será fundamental en el área de la ciencia y la tecnología, especialmente por la vía del fortalecimiento de la educación superior y del acceso a información técnica y asesoría, y mediante la ejecución de proyectos conjuntos que contribuyan a agregarle más valor a los bienes y servicios producidos como parte de las cadenas de valor más prometedoras.

Acudir a diversos instrumentos de política económica y social para evitar que los frutos del crecimiento económico no favorezcan a unos pocos a costa de la mayoría, es primordial. La política fiscal, la política de competencia y las políticas laborales, además de políticas sociales y de otras acciones compensatorias, junto con la propia organización social, deberán converger para contribuir a reducir las desigualdades.

Como parte de ello debemos implementar políticas efectivas de competencia y regulación para evitar el abuso contra consumidores y pequeños y medianos empresarios por parte de grandes empresas que concentran y dominan los mercados en que operan. También deberá contribuir a que la competencia estimule la eficiencia y la innovación en condiciones de igualdad de oportunidades.

Para el Movimiento Semilla es fundamental contribuir a generar gradualmente cientos de exitosos emprendedores urbanos y rurales emergentes, que inviertan y a su vez den lugar a miles de empleos dignos, con lo cual diversificaremos nuestra economía y reduciremos gradualmente la concentración del poder económico en pocas manos.

Los esfuerzos por impulsar la inversión serán acompañados por garantías de un efectivo respeto de los derechos de los trabajadores del campo y de la ciudad, sin discriminación, reforzado por legislación adecuada y por sistemas efectivos de organización e inspección laboral. Buscaremos que estas medidas sean complementadas por la inversión (pública y privada) en las personas, en la naturaleza, en infraestructura y en equipo, que será la principal fuente de aumentos de la productividad y de un nueva economía humana, con prosperidad compartida y sostenibilidad ambiental.

Creemos que el Estado no solo puede ocupar las funciones de administrador o facilitador para el desarrollo económico, creemos que el Estado también puede crear empresas estatales con alta transparencia, eficiencia y eficacia.

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