Notas. Queda el desgaste.

Anabella Giracca

 Acá algunas notas recogidas acerca de la desafortunada decisión del presidente anunciando, con un año de anticipación, la noticia de no prorrogar el mandato de la CICIG. En su gran mayoría, hay indignación y cada día se suman más para condenarlo: Utilizó una forma intimidatoria y una demostración de poder innecesarias. Mensaje revanchista que no hizo más que impulsar propias agendas. “Déjà vu”, retorno, recuerdos maltrechos de este verde corazón roto.

Nuestra historia se viste de camuflaje nuevamente. Lenguaje de lo simbólico: en política la forma es fondo (Jesús Reyes). Suele decirse que los modos, gestos, actitudes, comportamientos…, o sea, lo externo es materia y substancia que puede influir en decisiones trascendentales en la carrera de un político. Los procedimientos y la manera en que se articula la política, son tan relevantes como la materia misma. Acá, los mensajes están cada vez más cargados en lo audiovisual, sopesan más las imágenes que los contenidos. Ver al presidente como muñeco en aparador, respaldado por un batallón, fue suficiente para evidenciar su debilidad y ese afán obsesivo de poder equivocado y amenaza. Abrir frentes innecesarios con la comunidad internacional: delicado es apresurarse y no saber los momentos apropiados y los mecanismos correctos que respeten los convenios y acuerdos con otros países. Se abrió a la presión social, a la internacional, ¿para? ¿Dejarnos nuevamente como bárbaros? Altísimo nivel de vehículos artillados con ametralladoras de alto calibre: son armas y vehículos de frontera. Hacerlos desfilar incumplió con la responsabilidad de cuidar límites, todo por una falsa demostración de poder (uf, vaya estilo). Intereses de por medio: conflicto de intereses. O sea, alguien queda inhabilitado y estaría obligado a buscar consenso más amplio de la sociedad para tomar decisiones. Es decir, una persona incurre en conflicto de intereses cuando en vez de cumplir con lo debido, podría guiar sus decisiones o actuar en beneficio propio o de un tercero. El presidente, siendo sujeto de investigación, carece de objetividad para tomar decisiones a favor del bien común. Algo más: obviamente algo mayor iba a ocurrir. Muchas versiones hay al respecto, lo que sí parece ser un hecho, es que le falló el plan. (¿O se retractó?). Instrumentalizar la marcha del domingo: fue intención fallida, porque en la misma plaza “por la vida”, había gente apoyando a la CICIG. Decir que esa marcha fue a su favor, sería un acto de piratería. El desgaste: aunque muchos celebren un supuesto “triunfo de la impunidad” (y no hay que menospreciarlo), el presidente dio un paso más en falso y ahora le queda la decadencia. Cada vez más solo; cada vez más burlado. Y la crisis no cesa. Y los infelices arrebatos continúan…

ref: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/09/05/notas/

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Publicado en Opinión, Portada.