Sí, el 15 de septiembre de 1821 se firmó el acta de independencia de Guatemala
Pero fue en beneficio de aquellos pocos que jamás entendieron la palabra patria ni el significado de la libertad
Sí, tenemos un hermoso himno nacional considerado de los más bellos del mundo
Pero abundan los cobardes que lamen el yugo y los tiranos que escupen nuestra faz
Sí, tenemos paisajes preciosos, vistas impresionantes y lugares de ensueño
Pero ya casi no quedan ríos limpios, hemos contaminado los lagos y talado los bosques
Sí, somos un pueblo trabajador que lo da todo
Pero, sometido ante la ingratitud y los embates de la injusticia
Sí, cocinamos platillos únicos y comidas que otros países envidian.
Pero más de la mitad de los niños guatemaltecos sufren desnutrición.
Sí, en este país conviven muchas culturas ancestrales y se hablan muchos idiomas
Pero no hemos logrado reconocernos y los pueblos siguen luchando por la igualdad.
Sí, es bueno agradecer, celebrar y ponerle buena cara a los malos tiempos.
Pero no seamos ciegos ante la brutal historia que representan estas fechas.
Solo así entenderemos que el orgullo patrio es es una deuda que nos tenemos
y que solamente podrá ser saldada cuando organicemos nuestras fuerzas,
levantemos la cabeza y nos animemos todos y todas,
en una gran convergencia de anhelos de libertad y bienestar
a plantarnos frente a los grandes corruptores, frente a los grandes contaminadores,
del espíritu y la naturaleza y les digamos basta, hasta aquí llegó su impunidad.
Hoy, 15 de septiembre del 2020, en el 199 aniversario de la independencia
En el Movimiento Semilla celebramos una patria que todavía no existe
Pero cuya promesa late en nuestros corazones y da sentido a nuestras acciones
La verdadera independencia todavía no es pero será. La Semilla está sembrada.
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