Boletín del mes de noviembre de 2019
1o. de Agosto de 2019
Juan Gerardo Guerrero Garnica (*)
Hoy, hace tres años, culminaba el primer viaje a dos ciudades impresionantes de Nicaragua: León y Granada. Primer viaje porque habría de regresar pocos meses después con el propósito inicial: turismo histórico e investigación documental.
Luego de visitar la Catedral de León (Basílica Catedral de la Asunción de León) y descubrir que en una de sus bóvedas se encuentra la mesa donde se firmó la “Independencia de Centroamérica, el 15 de septiembre de 1821”, surgió en mí la necesidad de profundizar mis conocimientos en el tema de la integración regional centroamericana y, en consecuencia, en el derecho comunitario centroamericano.
Decidí entonces continuar con mis estudios de posgrado en 2017, específicamente, en la Maestría en Derecho Internacional, donde cursé materias cuyo contenido versaba sobre derecho de los tratados, derecho de las organizaciones internacionales, derecho de integración regional, jurisprudencia internacional y sistemas de seguridad colectiva que me sirvieron para reforzar la idea original surgida en 2016, durante el viaje a Nicaragua, la cual consiste, en buscar desde un paradigma idealista (pero alcanzable), la verdadera integración centroamericana. Ello en orden a que cada Estado unitario centroamericano, por sí mismo, no tiene las capacidades para competir en un mundo globalizado e internacionalizado. Sin embargo, en bloque y unidos los cinco países originales de la Federación Centroamericana, aunados a Belice, Panamá y República Dominicana, sí podemos llegar a ser una potencia no sólo en América sino a nivel mundial porque geopolíticamente estamos en un punto estratégico.
Paralelo a esta idea y derivado de la coyuntura social vivida desde abril del 2015 surgió un movimiento social llamado “Semilla”, que poco a poco, bajo un decálogo de valores, fue construyendo las bases de la estructura que hoy es un partido político. Este grupo, contra viento y marea, venció al sistema político corroído por la corrupción y el clientelismo.
Como un signo de los tiempos, el cierre de la Maestría en Derecho Internacional coincidió con la resolución favorable del Registro de Ciudadanos que reconocía la creación del partido político “Movimiento Semilla”. Asimismo, en enero de 2019, el Tribunal Supremo Electoral convocó a elecciones generales y a elección de Diputados al Parlamento Centroamericano. Fue en ese momento donde concebí, por primera vez, la posibilidad de participar activamente en la vida política del país y salir del estado de confort, de la teoría y de las aulas universitarias, y emprender de forma democrática la lucha por obtener una casilla para diputación al Parlamento Centroamericano.
El Miércoles de Ceniza del presente año fue un día muy especial porque recibí un mensaje donde me informaban que había sido designado como candidato titular a diputado para el Parlacen en la casilla número uno. La designación fue ratificada el siguiente fin de semana cuando fui juramentado oficialmente como candidato, en la Asamblea Nacional de proclamación de candidatos.
El hecho de participar por primera vez en la vida política partidista del país y habiéndome constituido como candidato en la casilla número uno para una diputación de un órgano regional que está muy desacreditado, sabía que generaría ataques o disgustos de algunas personas que no creen en la integración centroamericana o que justificadamente, están molestos por la poca eficacia y eficiencia del Parlacen. A pesar de ello, no cejé. Siempre tuve el apoyo de los miembros de mi familia y mis amistades quienes hasta hoy, siguen respaldándome en este propósito. Sabido estaba que me metía en aguas turbulentas.
Con alegría y lleno de entusiasmo quiero agradecer a los 108,731 ciudadanos que depositaron su confianza en mi persona y en el proyecto de Movimiento Semilla-Parlacen otorgándonos su voto. Entre ellos: afiliados, amigas y amigos, estudiantes universitarios y familiares. Gracias a su apoyo logramos una diputación en el Parlamento Centroamericano, que, de forma oficial, consta en el Acuerdo No. 418-2019, del Tribunal Supremo Electoral, y desde ese espacio, de forma transparente y pública, empezaré a impulsar la agenda parlamentaria encaminada a reformar el Tratado Constitutivo, el Reglamento Interno y principalmente, a luchar por el derecho de los migrantes, el derecho migratorio, y el derecho correspondiente a la niñez y la adolescencia. Y no dejaré de lado la educación, muy particularmente, la integración de la educación superior en el istmo.
Finalizo compartiéndoles que, para el logro de dichos cometidos, he comenzado a establecer los contactos necesarios a nivel nacional e internacional. En su momento, y en total consonancia con la dirigencia del Partido Semilla, haré de conocimiento público los avances y resultados.
Reitero mi agradecimiento.
(*) Abogado y notario, docente universitario y maestrando en Derecho Constitucional y Derecho Internacional, desarrolla sus tesis acerca de “La Teoría del Anarcocapitalismo, como antítesis del Estado Constitucional de Derecho” y “El pacta sunt servanda y el ius cogens en la configuración del Derecho Interno del Estado de Guatemala al ratificar tratados internacionales”, respectivamente. Diputado electo titular al Parlamento Centroamericano.
Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor.
CICIG
Anabella Giracca (*)
Infinitamente gracias.
Llámenle terremoto, tsunami, tornado o hecatombe. Cualquier símil empleado es válido ante los hechos que acontecen por estos meses borrascosos. Muchos disfrazados. Enmascarados.
Hablo de la cooptación como el marco que encuadra nuestra realidad. O sea, de un Estado que ha sido capturado sistemáticamente por organizaciones criminales con el fin de apropiarse del poder y dragar recursos. Socavando la autoridad de los gobiernos, haciendo uso de los servicios de inteligencia y valiéndose de su amplio conocimiento de las grietas que sufren la seguridad pública y la jurídica, para ganar dinero y garantizar impunidad.
Los esfuerzos sustantivos canalizados en una ola de amenazas y campañas de desinformación a manera de publicidades baratas, surtieron efecto porque, al parecer, tocar a los “intocables” está prohibido por nuestra historia. Porque por primera vez ese monstruo de larga vida, se sentía acorralado.
Y todo se fue transformando en redes político-económicas extendidas en gran parte del territorio (no olvidar alcaldías). Los casos no han sido estáticos, crecieron, se fueron moldeando con las necesidades del tiempo. Cierta modalidad donde muchos partidos ensamblan con una estructura más permanente. O sea, se incrustaron en el corazón de la política.
Cada sector del Ejecutivo se consigna como un feudo, como una granja a administrar. ¿Y qué decir del Legislativo? Donde todo es objeto de negociación en términos económicos. A la par de esa terrorífica captura de lo estatal, hay acciones que también tienen que ver con el poder Judicial. Con el fin de asegurarse protección. O sea que estos tentáculos oscuros, se extendieron a todas las ramas del poder público. ¿Hasta leyes en venta?
Lo cierto es que resulta difícil darnos cuenta de la magnitud del fenómeno. De su gravedad. Porque se lucha contra la paralización del Estado, “un monstruo grande y pisa fuerte”. Quienes han trabajado arduamente en desenredar tanto nudo, quedaron fuera. Eso a pesar de la conciencia popular que, en su mayoría, apoyaba su trabajo. Pero este dejó de ser un tema de sociedad, de ciudadanía, para convertirse en venganzas personales (aló presidente). Cerraron filas a la vieja usanza y expulsaron a la CICIG. Las campañas negras se reprodujeron como parte de la estrategia oscura, el morbo y el circo, hasta abandonar este proceso único, y entregarnos de nuevo en los arrullos de la impunidad, la corrupción y la ignominia.
La CICIG se va. Sus muy exitosos esfuerzos fueron grandes y fructíferos, pero hoy estancados por la vara de aquellos que sistemáticamente han sido amos de este golpeado mapa.
Dicen que somos más lo que dejamos de hacer que lo que hacemos. Que nos marca más lo que fue posible pero nunca fue real. Este gobierno, lo único que hizo, fue truncar lo que pudo ser hasta el final.
Gracias CICIG. Infinitamente gracias.
(*) Escritora, ha publicado Demasiados secretos (2009), Sanjuana (2012), El enigma del santuario (2013) y Gitana mía (2014), Para servirle (2018). Es cofundadora del Movimiento Semilla. Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva de la autora y no del Partido.. Esta opinión fue publicada originalmente en El Periódico Guatemala
Pensamientos derivados de la resaca electoral.
- Sobre Sandra Torres – Unidad Nacional de la Esperanza.
Donald Urizar – Miranda (*).
Me pregunto, ¿Qué piensa ahora Sandra Torres Casanova?
- El partido Unidad Nacional de la Esperanza Bloqueó las #ReformasLEPP,
- Gracias a la cooptación de las cortes y el Tribunal Supremo Electoral guatemalteco, intentaron bloquear la inscripción de Movimiento Semilla,
- Sin duda, influyó en la no inscripción de su rival más fuerte, Thelma Aldana
- Sandra trató de silenciar a la prensa cuando ésta comenzó a cuestionarle y ante una clara violación del Artículo 35 de la Constitución Política de la República de Guatemala, buscó – por la vía legal – limitar la libertad de expresión, escudándose en la Ley contra el femicidio,
- Detuvo los casos penales abiertos en su contra al manipular las cortes y fue inscrita finalmente,
- Pasó como una clara vencedora a 2da vuelta,
- Realiza una gira con trabajo hormiga, buscando alianzas con los caciques locales y alcaldes recién electos,
- Lanza la ofensiva contra Alejandro Giammattei sobre su presunta homosexualidad a través de Vea Canal (a pesar que durante el gobierno de la UNE dicho canal fue un acérrimo enemigo del gobierno de su ex esposo)
- Para encajar con los miwatecos, saca su video para apoyar al ejército,
- Intenta replicar su fórmula de clientelismo con un cierre de campaña masivo en #Xela #Quetzaltenango al cual NO LLEGA (y se alió con JF, alcalde recién electo que ganó de manera fraudulenta la alcaldía a través de clientelismo y cooptación de la junta electoral municipal)
¡Evidentemente, cada tropiezo que surcó para alcanzar el poder le fue generando una bola de nieve insostenible , la cual pasaría llevándosela más temprano que tarde!Dejando de lado la misoginia (factor importante a analizar , dado que el triunfo de Giammattei se debió al antivoto para Sandra),
- ¿Evaluará la Unidad Nacional de la Esperanza que su tiempo en el escenario político presidencial terminó?
- ¿Ya entendería la misma ex candidata, Sandra Torres Casanova, que el descontento generalizado de un país que se vio traicionado por el sistema político y jurídico nacional habló con un abstencionismo del 75% y evitó formar parte del círculo de la corrupción e impunidad que representa fielmente?
- ¿Será lo suficientemente valiente para enfrentar a la justicia y no entrampar los procesos con Litigio malicioso?
- ¿Será el fin de su carrera política, tanto como candidata a la presidencia, así como dirigente de la Unidad Nacional de la Esperanza?
- ¿Sandra finalmente comprendió que “aliarse” al CACIF ésta vez no le funcionó? Esa organización busca peones y alfiles, siempre y cuando, la alcurnia, los nexos económicos y familiares o el peso político de sus allegados respondan a su dinámica socioeconómica. Sandra, en ningún momento, encaja en dicho espacio: es de Petén, ex combatiente guerrillera, mujer, con capital emergente producto de maquilas, sin apellidos de abolengo característicos de la oligarquía; mientras, en el ideario nacional, un. Alejandro Giammattei es descendiente de emigrantes italianos, tiene cercanía a escuadrones de la muerte y limpieza social, ex presidiario (con ex compañeros cumpliendo penas) y claro guardián del status quo “protegerá” a Guatemala De caer en las garras del “comunismo”…
- ¿La bancada de la UNE, con un tercio del total de diputados electos para esta legislatura, buscará revertir la anulación del plazo de la #CICIG que un Jimmy Morales (acorralado por el cúmulo de denuncias contra él y su círculo familiar cercano) decidió unilateralmente disolver?
- ¿La bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza finalmente le dará trámite a todas las solicitudes de antejuicio contra Jimmy Morales? Al final, la alianza criminal se rompió cuando el gobierno central no dio el feriado oficial acostumbrado después de un día de votaciones y en esa movilización al interior de la República estaba concentrado mucho de su voto duro…
Mientras el cacicazgo, el financiamiento electoral ilícito y los fantasmas del pasado continúen creando partidos – franquicia o vehículos electorales, Guatemala no podrá cambiar la página; hasta que la ciudadanía guatemalteca comprenda que su rol cívico va más allá de la inversión de unos minutos en emitir su voto y que hoy – más que nunca – es necesaria la auditoría social para contrarrestar el fundamentalismo religioso, la criminalización de la protesta social y defensa del territorio y la reivindicación de derechos humanos en el país, quizá, nuestro destino cambie; caso contrario, seguiremos siendo un Estado Fallido.
Guatemala la guajera
Fernando Barillas Santa Cruz (*)
Nada bueno se vislumbra a nivel político en el país.
El férreo conservadurismo y el miedo real a un cambio estructural, alimentado por prejuicios y creencias obsoletas de las sociedades urbanas más el hambre y el deseo de obtener el único beneficio que los más pobres reciben de la democracia, que se traduce en regalos y dádivas durante el proceso electoral, tienen nuevamente a Guatemala entre dos opciones que no la llevarán a ningún lado.
Allí está Sandra Torres, persistente, necia. Ella, con un cuero tan fuerte, capaz de resistir toda clase de embates, cuestionamientos, acusaciones y ridiculizaciones, finalmente está a punto de cumplir su más anhelado sueño: ser presidenta.
Es de reconocerle su resiliencia —o ambición—. Cualquier político con un poco de amor propio habría tirado la toalla hace ratos. Y no es que Sandra no lo tenga: quizá tiene de más.
Sobrevivió al circo que ella misma construyó cuando se divorció del presidente Colom para satisfacer su capricho de ser la sucesora del gobierno de la UNE. Muy a su estilo y con la complacencia de los dirigentes partidarios, empujados más por miedo que por convencimiento, estos acompañaron a Sandra en esa batalla ilegal que, a pesar de todo, representó una gran victoria para el partido en el Legislativo en las elecciones de 2011.
La humillación que sufrió en las urnas tras la segunda vuelta del 2015 —hasta Jimmy le ganó— nos hizo pensar que su carrera política había terminado. Sin embargo, la gestión del comediante ha sido tan escandalosamente mala que prácticamente todos los índices de desarrollo humano presentan retrocesos. Hoy tenemos un país más desigual, más desnutrido, más pobre, más desesperado, todas ellas condiciones que fortalecen la candidatura de Sandra.
Por eso el voto por la ex primera dama es un voto desde el hambre, un voto por resolver aunque sea la comida inmediata y confiar después en que el Gobierno los atienda a pesar del conservadurismo capitalino, que hace todo lo posible por invisibilizarlos, por satanizarlos.
Y si bien suenan nobles las prioridades por las que apostaría un eventual gobierno de Sandra, no todo es tan bonito. Ella ha abierto sus puertas a operadores políticos perversos y al financiamiento electoral ilícito. El fin justifica los medios y, comprobado está, no tiene escrúpulos para aliarse con quien sea con el fin de alcanzar su objetivo.
El único ganador aquí es el sistema, al que no le importa cuál de estas dos opciones alcance el poder.
Hará todo, pasará por encima de cualquiera, por más cercano que sea, si llega a sentirse agredida, amenazada, perseguida o, peor aún, desafiada. Solo Carlos Raúl Morales, eficientísimo diplomático de carrera y buen canciller en su tiempo, podría ser capaz de influir positivamente en Sandra. Por lo demás, muy poca gente buena queda dentro de la UNE.
Y está también Alejandro Giammattei, el eterno candidato, el que está rodeado por los mismos militares que acompañan a Jimmy, el que alcahuetea las torpes políticas del actual gobierno. Pero es blanco, tiene un apellido de esos difíciles de escribir, habla fuerte, es conservador y se refiere vehementemente a Dios y a Israel. Ello es suficiente para las sociedades urbanas, que niegan su clasismo y su racismo, pero que lo practican naturalmente y a lo mejor inconscientemente.
Con Giammattei solo podemos esperar continuismo. Un recrudecimiento en la persecución de defensores de derechos humanos, activistas sociales y periodistas. Un monigote más de la gran patronal, consecuente con las compañías extractivas e intolerante con grupos indígenas y de diversidad sexual.
Entre ellos dos Guatemala tiene que elegir. Qué ofertón, diría el meme.
El único ganador aquí es el sistema, al que no le importa cuál de estas dos opciones alcance el poder. Ha garantizado su permanencia y tendrá cuatro años más para recuperarse de los durísimos golpes que le propinó la Cicig y seguir inyectando miedo ante cualquier idea que lo cuestione o busque transformarlo.
Donde queda un hilo de esperanza es en el Congreso. Si se logra construir una alianza sólida y programática entre Winaq, Semilla, MLP, URNG y BIEN, será posible hacerle un buen contrapeso a la nueva noche oscura que se avecina. Hay tiempo para ello.
Hacer política de verdad y construir instituciones partidarias sólidas es quizá el único camino que nos queda para que dentro de cuatro años no nos toque andar otra vez de guajeros, buscando en la basura quién es el menos peor para gobernar.
(*) Desobediente. Creyente de la insoportable levedad mediática. Vivo en un país que puede que tenga remedio.
Colaborador Semilla.
Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Esta opinión fue publicada originalmente en Plaza Pública.
Candidatos a diputaciones del distrito metropolitano 2020-2024
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Yo me expreso, tú te expresas “Él o ella se expresa…”
La libertad de expresarnos es, sin duda, uno de los baluartes democráticos más significativos. Existe una importante tendencia en tribunales de Estados de las Américas, de avanzar hacia una vigorosa protección del derecho a la libertad de pensamiento y expresión de las personas para dar pasos decisivos hacia la consolidación y preservación de sistemas democráticos pluralistas y deliberativos.
Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.
La libertad de expresión no solo es un derecho derivado de la autonomía humana, sino de su valor instrumental para el ejercicio de los demás derechos fundamentales y de su función esencial dentro de los regímenes democráticos. “Son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa.” Carta Democrática Interamericana, Artículo 4.
Interesante cómo la jurisprudencia interamericana ha explicado que la libertad de expresión es un medio para el intercambio de informaciones e ideas entre las personas y para la comunicación masiva entre los seres humanos. Se ha precisado que, para el ciudadano común, es tan importante el conocimiento de la opinión ajena o la información de que disponen otras personas, como el derecho a difundir las propias creencias o informaciones.
Pero no todo es color de rosa: la libertad de expresión es derecho de derechos, pero para que no nos la limiten, la tenemos que cuidar. Y una de las mejores formas de hacerlo es ejercerla con responsabilidad. En tiempos de medios digitales, este reto se hace aun más grande, ya que la mayoría tiene acceso a emitir opinión (aún tomando en cuenta las enormes brechas que enfrentamos). Ante esa facilidad, existe una seria amenaza: la regulación restrictiva del uso de los medios en Internet. Ya sea por razones políticas, religiosas, moralistas, etcétera, se corre el peligro de provocar la restricción del acceso a la red y sancionar a los intermediarios que permitan opiniones ofensivas o inclusive, chocantes. Esta gran tentación antidemocrática, es el riesgo enorme de una infundada limitación a la circulación del discurso. Entonces mucho ojo con quienes confunden el propósito y alcances de la emisión del pensamiento, con la propagación de falsedades. Interesante debate, ¿no?
De usar correctamente la libertad, depende que ese derecho de derechos se mantenga vigoroso. Y de evitar que el Congreso pretenda amputarlo. (¿Aló caso Marduk?).
ref: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/10/10/yo-me-expreso-tu-te-expresas/