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Boletín septiembre – octubre 2019

 

 




Censo de Población 2018: retos de las dinámicas demográficas para los mecanismos de participación y representación

Por Carlos Mendoza

Secretario de Formación Política

Según el XII Censo de Población realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2018, la edad promedio de los residentes en Guatemala era de 26.5 años. De las 14 millones 900 mil personas censadas, el 40% eran menores de edad en el año del censo. Por lo tanto, el restante 60% eran personas mayores de edad que deberían ejercer el derecho ciudadano al voto (excepto por unos 36 mil extranjeros residentes en el país, si es que no han adquirido la ciudadanía). Idealmente, todas estas personas deberían estar empadronadas para poder votar.

El Censo 2018 contabilizó 8,913,018 personas mayores de edad, pero el padrón que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) autorizó para participar en las recientes elecciones del 2019 contaba con 8,149,793 individuos. La diferencia de 763,225 personas, casi un 9% del total censado como mayores de edad, se distribuye de la siguiente manera según los rangos de edad que utiliza el TSE:

Fuentes: INE (2019). Censo de Población y Vivienda 2018.

TSE (2019). Distribución de Electores por Edades, marzo 2019

Como puede observarse en la tabla previa, el TSE ha dejado fuera del padrón a más de 1 millón 300 mil jóvenes entre 18 y 30 años de edad. Por otro lado, la composición del padrón parece revelar que casi 540 mil personas mayores de 30 años están habilitadas para votar, pero no residen en el país, pues el INE no las encontró al momento de censar, aunque algunas podrían estar incluidas en la omisión censal (los que quedaron fuera del censo simplemente porque fue imposible llegar a ellos). Esto representa dos grandes retos para el TSE, en función de garantizar que todos los guatemaltecos puedan participar en las próximas elecciones 2023.

Primero, es indispensable que el TSE coordine con el Registro Nacional de las Personas (RENAP) para que este pueda colaborar en el empadronamiento automático de quienes llegan a tramitar su Documento Personal de Identidad (DPI) por primera vez. El Registro de Ciudadanos del TSE no se puede excusar en la supuesta “apatía juvenil” para no realizar un convenio con RENAP o hacer las gestiones legales, administrativas y tecnológicas que sean necesarias para incluir a los jóvenes en el padrón. Sin participación no hay democracia.

Segundo, ahora que es legal para los guatemaltecos residentes en el extranjero ejercer su derecho al voto a distancia, el TSE también debe garantizar que estén habilitados para votar y, en efecto, tengan la posibilidad material de hacerlo, sin que los costos sean un obstáculo imposible de superar. En las elecciones de 2019, el padrón en el extranjero únicamente llegó a incluir 63,267 personas. Es decir que sólo el 12% de los migrantes guatemaltecos que ya tienen DPI pueden ejercer el derecho al voto. Por lo tanto, ese 88% restante que ya aparece en el padrón simplemente debería actualizar su lugar de residencia para ser incluido donde corresponda. En los Estados Unidos de América hay una modalidad de voto a distancia en el cual se envían las boletas con anticipación a los ciudadanos que viven fuera del país y por el mismo correo mandan éstos su respuesta. Por lo tanto, no es necesario tener juntas receptoras de votos por todo el mundo. Hay mecanismos ya probados para garantizar la integridad y secretividad de esos votos. O se podría hacer la votación vía electrónica, así como se hacen con seguridad millones de transacciones financieras cada día. El TSE debe ponerse a la altura.

Otro dato importante que nos da el Censo 2018 es el tamaño de los distritos electorales. Esto sirve para determinar si los mismos están o no proporcionalmente representados en el Congreso de la República. Aunque en la reforma de 2016 a la Ley Electoral y de Partidos Políticos se fijó el número de diputados por distrito, la Constitución Política no fue modificada y claramente dice en su artículo 157 que la ley debe establecer el número de diputados que correspondan a cada distrito, en proporción a la población. Para simplificar el análisis, simplemente compararemos el porcentaje de votos que los diputados de cada distrito representan en el Congreso, sin contar a los de lista nacional, con el porcentaje de la población censada en cada distrito.

Como se muestra en la siguiente tabla, al menos dos distritos están sobrerrepresentados: el municipio de Guatemala (Central) y el resto del departamento de Guatemala. En contraste, los departamentos de Santa Rosa, Petén, Alta y Baja Verapaz se encuentran subrepresentados en el Congreso, dada la cantidad de población censada. El voto en el Organismo Legislativo sería más equitativo y proporcional, como manda la Constitución, si se trasladan 4 curules de los dos primeros distritos hacia los otros cuatro ya mencionados. Los únicos dos distritos electorales que parecen tener perfecta proporcionalidad son Huehuetenango y Jalapa. El resto tienen algún grado de sobre o subrepresentación, pero es difícil enmendarla porque los puestos en el Congreso no pueden fraccionarse. A no ser que en una futura reforma legal se pondere el voto de los diputados según el tamaño del distrito que representan, o lo distritos electorales se redefinan de manera que tengan un similar número de ciudadanos o electores.

Fuentes: INE (2019). Censo de Población y Vivienda 2018. LEPP (2016), artículo 205.

Nota: en la 5ª columna el rojo indica sobrerrepresentación, mientras que el verde es de subrepresentación.

 

Es interesante que la realización del censo de población, después de seis años de retraso pues se recomienda hacerlos cada diez años y el último había sido en 2002, fue posible gracias a la reforma de la LEPP del 2016 al fijarse el número de diputados por distrito, pues de lo contrario la cantidad total se hubiese visto incrementada. Antes la Ley establecía que: “Cada Distrito Electoral tiene derecho a elegir un Diputado por el hecho mismo de ser distrito y a un Diputado más por cada ochenta mil habitantes. […] El número total de Diputados que integren el Congreso de la República deberán estar de acuerdo con los datos estadísticos del último censo de población”. Según esa regla, “en 2023 elegiríamos entre 220 y 248 diputados” según explica Hugo Novales en su reciente artículo “El censo, el número de diputados, y la representación distrital”.

No obstante, ahora que tenemos las cifras del censo (aunque no es la población total y definitiva, sino sólo la censada, pues falta sumarle la no censada) nos percatamos que fijar el número de diputados por distritos no era la solución, pues con el tiempo, debido a las dinámicas demográficas, especialmente de migración interna y hacia el extranjero, los distritos irán perdiendo cada vez más proporcionalidad, violándose de esa manera no sólo la Constitución sino algo más importante, el principio de representación proporcional de los territorios.

En conclusión, los censos de población, hogares y viviendas son una valiosa herramienta para el diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas, nacionales y locales. Nos permiten recopilar evidencia para definir y solucionar problemas públicos de diverso tipo (educativos, sanitarios, medioambientales, productivos, y otros). Además, nos permite ajustar los mecanismos para la participación política en el marco de la democracia, como los temas abordados del empadronamiento y la proporcionalidad de la representación. Incluso, el censo es una herramienta poderosa para el diseño de la futura estrategia electoral del partido. Con estos datos, podrá hacerse una estrategia muy precisa para llegar al electorado que nos interese persuadir.

#DemocraciaSemilla




Sobre el Acuerdo Gubernativo 189-2019 que busca regular los plásticos.

Grupo de Ambiente y Desarrollo Sostenible Semilla

¿Por qué el gobierno emite este acuerdo ahora?. 

Porque ya no es posible tapar el sol con un dedo. Todos nuestros ríos, lagos y zonas costeras están convertidos en basureros y el mayor volumen de basura que producimos es plástico. 

Porque estamos siendo demandados por el Gobierno de Honduras por inundar sus costas del Golfo con basura vertida por el Río Motagua. Debido a que solo se colecta un 30% de los desechos sólidos en el país, son los ríos los grandes colectores de la basura nacional. El río Motagua va recibiendo basura a lo largo de sus casi 500 kilómetros de recorrido y la arroja en el Golfo de Honduras, donde muchas de sus playas están desbordadas y contaminadas con nuestros desechos. De igual forma estamos exportando plástico a las costas de Belice. La economía de Honduras y Belice depende altamente del turismo de playa.

Análisis del Acuerdo Gubernativo

“Se prohíbe el uso y distribución de bolsas plásticas de un solo uso, pajillas plásticas, platos y vasos plásticos y desechables en todas sus presentaciones y contenedores y recipientes para trasladar y almacenar alimentos de plástico desechables o de polietileno expandido (duroport) en sus diferentes presentaciones….”

  • No prohíbe la producción nacional ni la importación, solo el uso y la distribución.

“Esta normativa no restringe ni limita las disposiciones que para el efecto hayan emitido o emitan las corporaciones municipales dentro de su circunscripción territorial, en ejercicio de la autonomía que ostentan.” 

  • Da la posibilidad que cualquier gobierno municipal pueda revertir esto si así lo quiere o por presión de los grupos de interés (productores, distribuidores, comerciantes). 

“Se fija el plazo de 2 años para que todas las personas individuales o jurídicas que usen estos productos los sustituyan en forma definitiva por otros artículos o insumos elaborados con materiales compostables que cumplan con la norma de la Unión Europea UNE-EN-13432 según la disponibilidad de los mismos en el mercado nacional”. 

  • No establece que los productos importados deben cumplir con esta norma.
  • La norma requiere desarrollar capacidades técnicas de análisis por parte del MARN, INACIF, etc. para verificar su cumplimiento, pues los indicadores que utiliza son tecnológicamente sofisticados:

 

“El MARN deberá monitorear, verificar e inspeccionar el cumplimiento de lo establecido; así mismo deberá asesorar y capacitar a las personas individuales o jurídicas y en caso contrario, aplicar las sanciones contenidas en la Ley de Protección y Mejoramiento del MA.” 

  • La capacidad y voluntad del MARN para monitorear y sancionar es nula por que es un ministerio cooptado y que ha sido reducido a cenizas.

“Se exceptúa de esta norma los productos o insumos importados que estén sellados de fábrica con material plástico o duroport.” 

  • ¿Quién va a utilizar estos productos importados, si el propio acuerdo gubernativo está prohibiendo su uso y distribución? 

Conclusiones del análisis

El Acuerdo Gubernativo 189-2019 pretende hacer creer a la población que el Gobierno se preocupa por la contaminación ambiental y está tomando medidas efectivas para solucionarla. Sin embargo, el Acuerdo:

  • Tiene enormes contradicciones internas, por lo que su impacto será nulo.
  • La prohibición se aplica únicamente a consumidores y distribuidores más no a los productores ni importadores, lo cual es altamente contradictorio y favorecerá el mercado negro. 
  • Excluye a los productos importados de cumplir con la norma europea de biodegradabilidad, duración del proceso de desintegración y toxicidad.
  • Deja en libertad a los gobiernos municipales para revertir la norma en su jurisdicción.
  • Es previsible que pueda ser impugnado por grupos particulares de interés debido a que fue elaborado a sus espaldas y a que el Acuerdo es en la práctica inaplicable. Con ello buscan alzarse como héroes ambientales y dejar a los empresarios como los culpables de haberse traído abajo una “normativa ambiental heroica”. 

La postura / propuesta de Semilla es:

  • En orden de prioridad: reducir la producción y el consumo de plásticos; luego promover el reúso; de último promover el reciclaje. Mito del reciclaje: El reciclaje de plástico conlleva grandes costos de transacción y no es eficiente ni rentable. Por ello es que la mayor parte del plástico que se vende es virgen, no reciclado. 
  • Por lo tanto, lo que el país necesita es prohibir la producción, importación, distribución, venta y consumo de plásticos generadores de microplástico no degradable.
  • Acompañar la prohibición con campañas de educación, concientización e innovación de tecnología ecológicamente amigable para reducir el consumo de plásticos, biodegradables, reciclables o no.
  • Promover e incentivar el reúso y desincentivar (encarecer) su uso. 
  • Normativa nacional, no sujetas a reversión municipal.
  • Impulsar una ley que obligue a los gobiernos municipales a adoptar modelos de colecta obligatoria y pagada de desechos; vinculada a esquemas de disposición y tratamiento adecuado de desechos; que también contenga programas de asistencia técnica y financiera para los municipios.

 Impactos del plástico

  • El plástico se fotodegrada, descomponiéndose en micropartículas que luego pasan a ser el alimento del plancton, peces y de toda la cadena alimenticia acuática. Estamos matando la vida acuática, generando alfombras de plástico en los ríos, lagos y mares, e inhabilitando las costas y con ello el modo de vida de las poblaciones costeras. También estamos introduciendo microplásticos a buena parte de las cadenas alimenticias, incluidas las del ser humano. 
  • Los contenedores plásticos de bebidas y alimentos liberan partículas químicas que son cancerígenas o que tienen otros efectos igual de nocivos para la salud. Más aún si se someten al sol o al microondas.

#RespetoALaNaturaleza




1o. de Agosto de 2019

Juan Gerardo Guerrero Garnica (*)

Hoy, hace tres años, culminaba el primer viaje a dos ciudades impresionantes de Nicaragua: León y Granada. Primer viaje porque habría de regresar pocos meses después con el propósito inicial: turismo histórico e investigación documental.

Luego de visitar la Catedral de León (Basílica Catedral de la Asunción de León) y descubrir que en una de sus bóvedas se encuentra la mesa donde se firmó la “Independencia de Centroamérica, el 15 de septiembre de 1821”, surgió en mí la necesidad de profundizar mis conocimientos en el tema de la integración regional centroamericana y, en consecuencia, en el derecho comunitario centroamericano.

Decidí entonces continuar con mis estudios de posgrado en 2017, específicamente, en la Maestría en Derecho Internacional, donde cursé materias cuyo contenido versaba sobre derecho de los tratados, derecho de las organizaciones internacionales, derecho de integración regional, jurisprudencia internacional y sistemas de seguridad colectiva que me sirvieron para reforzar la idea original surgida en 2016, durante el viaje a Nicaragua, la cual consiste, en buscar desde un paradigma idealista (pero alcanzable), la verdadera integración centroamericana. Ello en orden a que cada Estado unitario centroamericano, por sí mismo, no tiene las capacidades para competir en un mundo globalizado e internacionalizado. Sin embargo, en bloque y unidos los cinco países originales de la Federación Centroamericana, aunados a Belice, Panamá y República Dominicana, sí podemos llegar a ser una potencia no sólo en América sino a nivel mundial porque geopolíticamente estamos en un punto estratégico.

Paralelo a esta idea y derivado de la coyuntura social vivida desde abril del 2015 surgió un movimiento social llamado “Semilla”, que poco a poco, bajo un decálogo de valores, fue construyendo las bases de la estructura que hoy es un partido político. Este grupo, contra viento y marea, venció al sistema político corroído por la corrupción y el clientelismo.

Como un signo de los tiempos, el cierre de la Maestría en Derecho Internacional coincidió con la resolución favorable del Registro de Ciudadanos que reconocía la creación del partido político “Movimiento Semilla”. Asimismo, en enero de 2019, el Tribunal Supremo Electoral convocó a elecciones generales y a elección de Diputados al Parlamento Centroamericano. Fue en ese momento donde concebí, por primera vez, la posibilidad de participar activamente en la vida política del país y salir del estado de confort, de la teoría y de las aulas universitarias, y emprender de forma democrática la lucha por obtener una casilla para diputación al Parlamento Centroamericano.

El Miércoles de Ceniza del presente año fue un día muy especial porque recibí un mensaje donde me informaban que había sido designado como candidato titular a diputado para el Parlacen en la casilla número uno. La designación fue ratificada el siguiente fin de semana cuando fui juramentado oficialmente como candidato, en la Asamblea Nacional de proclamación de candidatos.

El hecho de participar por primera vez en la vida política partidista del país y habiéndome constituido como candidato en la casilla número uno para una diputación de un órgano regional que está muy desacreditado, sabía que generaría ataques o disgustos de algunas personas que no creen en la integración centroamericana o que justificadamente, están molestos por la poca eficacia y eficiencia del Parlacen. A pesar de ello, no cejé. Siempre tuve el apoyo de los miembros de mi familia y mis amistades quienes hasta hoy, siguen respaldándome en este propósito. Sabido estaba que me metía en aguas turbulentas.

Con alegría y lleno de entusiasmo quiero agradecer a los 108,731 ciudadanos que depositaron su confianza en mi persona y en el proyecto de Movimiento Semilla-Parlacen otorgándonos su voto. Entre ellos: afiliados, amigas y amigos, estudiantes universitarios y familiares. Gracias a su apoyo logramos una diputación en el Parlamento Centroamericano, que, de forma oficial, consta en el Acuerdo No. 418-2019, del Tribunal Supremo Electoral, y desde ese espacio, de forma transparente y pública, empezaré a impulsar la agenda parlamentaria encaminada a reformar el Tratado Constitutivo, el Reglamento Interno y principalmente, a luchar por el derecho de los migrantes, el derecho migratorio, y el derecho correspondiente a la niñez y la adolescencia. Y no dejaré de lado la educación, muy particularmente, la integración de la educación superior en el istmo.

Finalizo compartiéndoles que, para el logro de dichos cometidos, he comenzado a establecer los contactos necesarios a nivel nacional e internacional. En su momento, y en total consonancia con la dirigencia del Partido Semilla, haré de conocimiento público los avances y resultados.

Reitero mi agradecimiento.

(*) Abogado y notario, docente universitario y maestrando en Derecho Constitucional y Derecho Internacional, desarrolla sus tesis acerca de “La Teoría del Anarcocapitalismo, como antítesis del Estado Constitucional de Derecho” y “El pacta sunt servanda y el ius cogens en la configuración del Derecho Interno del Estado de Guatemala al ratificar tratados internacionales”, respectivamente.  Diputado electo titular  al Parlamento Centroamericano.  


Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor.




CICIG

Anabella Giracca (*)

Infinitamente gracias.

Llámenle terremoto, tsunami, tornado o hecatombe. Cualquier símil empleado es válido ante los hechos que acontecen por estos meses borrascosos. Muchos disfrazados. Enmascarados.

Hablo de la cooptación como el marco que encuadra nuestra realidad. O sea, de un Estado que ha sido capturado sistemáticamente por organizaciones criminales con el fin de apropiarse del poder y dragar recursos. Socavando la autoridad de los gobiernos, haciendo uso de los servicios de inteligencia y valiéndose de su amplio conocimiento de las grietas que sufren la seguridad pública y la jurídica, para ganar dinero y garantizar impunidad.

Los esfuerzos sustantivos canalizados en una ola de amenazas y campañas de desinformación a manera de publicidades baratas, surtieron efecto porque, al parecer, tocar a los “intocables” está prohibido por nuestra historia. Porque por primera vez ese monstruo de larga vida, se sentía acorralado.

Y todo se fue transformando en redes político-económicas extendidas en gran parte del territorio (no olvidar alcaldías). Los casos no han sido estáticos, crecieron, se fueron moldeando con las necesidades del tiempo. Cierta modalidad donde muchos partidos ensamblan con una estructura más permanente. O sea, se incrustaron en el corazón de la política.

Cada sector del Ejecutivo se consigna como un feudo, como una granja a administrar. ¿Y qué decir del Legislativo? Donde todo es objeto de negociación en términos económicos. A la par de esa terrorífica captura de lo estatal, hay acciones que también tienen que ver con el poder Judicial. Con el fin de asegurarse protección. O sea que estos tentáculos oscuros, se extendieron a todas las ramas del poder público. ¿Hasta leyes en venta?

Lo cierto es que resulta difícil darnos cuenta de la magnitud del fenómeno. De su gravedad. Porque se lucha contra la paralización del Estado, “un monstruo grande y pisa fuerte”. Quienes han trabajado arduamente en desenredar tanto nudo, quedaron fuera. Eso a pesar de la conciencia popular que, en su mayoría, apoyaba su trabajo. Pero este dejó de ser un tema de sociedad, de ciudadanía, para convertirse en venganzas personales (aló presidente). Cerraron filas a la vieja usanza y expulsaron a la CICIG. Las campañas negras se reprodujeron como parte de la estrategia oscura, el morbo y el circo, hasta abandonar este proceso único, y entregarnos de nuevo en los arrullos de la impunidad, la corrupción y la ignominia.

La CICIG se va. Sus muy exitosos esfuerzos fueron grandes y fructíferos, pero hoy estancados por la vara de aquellos que sistemáticamente han sido amos de este golpeado mapa.

Dicen que somos más lo que dejamos de hacer que lo que hacemos. Que nos marca más lo que fue posible pero nunca fue real. Este gobierno, lo único que hizo, fue truncar lo que pudo ser hasta el final.

Gracias CICIG. Infinitamente gracias.

(*) Escritora, ha publicado Demasiados secretos (2009), Sanjuana (2012), El enigma del santuario (2013) y Gitana mía (2014), Para servirle (2018). Es cofundadora del Movimiento Semilla.
Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva de la autora y no del Partido.. Esta opinión fue publicada originalmente en El Periódico Guatemala



Pensamientos derivados de la resaca electoral.

  • Sobre Sandra Torres – Unidad Nacional de la Esperanza.

Donald Urizar – Miranda (*). 

Me pregunto, ¿Qué piensa ahora Sandra Torres Casanova?

Porque:
  • El partido Unidad Nacional de la Esperanza Bloqueó las #ReformasLEPP, 
  • Gracias a la cooptación de las cortes y el Tribunal Supremo Electoral guatemalteco, intentaron bloquear la inscripción de Movimiento Semilla,
  • Sin duda, influyó en la no inscripción de su rival más fuerte, Thelma Aldana
  • Sandra trató de silenciar a la prensa cuando ésta comenzó a cuestionarle y ante una clara violación del Artículo 35 de la Constitución Política de la República de Guatemala, buscó – por la vía legal – limitar la libertad de expresión, escudándose en la Ley contra el femicidio,
  • Detuvo los casos penales abiertos en su contra al manipular las cortes y fue inscrita finalmente,
  • Pasó como una clara vencedora a 2da vuelta,
  • Realiza una gira con trabajo hormiga, buscando alianzas con los caciques locales y alcaldes recién electos,
  • Lanza la ofensiva contra Alejandro Giammattei sobre su presunta homosexualidad a través de Vea Canal (a pesar que durante el gobierno de la UNE dicho canal fue un acérrimo enemigo del gobierno de su ex esposo)
  • Para encajar con los miwatecos, saca su video para apoyar al ejército,
  • Intenta replicar su fórmula de clientelismo con un cierre de campaña masivo en #Xela #Quetzaltenango al cual NO LLEGA (y se alió con JF, alcalde recién electo que ganó de manera fraudulenta la alcaldía a través de clientelismo y cooptación de la junta electoral municipal)
¡Evidentemente, cada tropiezo que surcó para alcanzar el poder le fue generando una bola de nieve insostenible , la cual pasaría llevándosela más temprano que tarde!
Dejando de lado la misoginia (factor importante a analizar , dado que el triunfo de Giammattei se debió al antivoto para Sandra),
  • ¿Evaluará la Unidad Nacional de la Esperanza que su tiempo en el escenario político presidencial terminó?
  • ¿Ya entendería la misma ex candidata, Sandra Torres Casanova, que el descontento generalizado de un país que se vio traicionado por el sistema político y jurídico nacional habló con un abstencionismo del 75% y evitó formar parte del círculo de la corrupción e impunidad que representa fielmente?
  • ¿Será lo suficientemente valiente para enfrentar a la justicia y no entrampar los procesos con Litigio malicioso?
  • ¿Será el fin de su carrera política, tanto como candidata a la presidencia, así como dirigente de la Unidad Nacional de la Esperanza?
  • ¿Sandra finalmente comprendió que “aliarse” al CACIF ésta vez no le funcionó? Esa organización busca peones y alfiles, siempre y cuando, la alcurnia, los nexos económicos y familiares o el peso político de sus allegados respondan a su dinámica socioeconómica. Sandra, en ningún momento, encaja en dicho espacio: es de Petén, ex combatiente guerrillera, mujer, con capital emergente producto de maquilas, sin apellidos de abolengo característicos de la oligarquía; mientras, en el ideario nacional, un. Alejandro Giammattei es descendiente de emigrantes italianos, tiene cercanía a escuadrones de la muerte y limpieza social, ex presidiario (con ex compañeros cumpliendo penas) y claro guardián del status quo “protegerá” a Guatemala De caer en las garras del “comunismo”…
  • ¿La bancada de la UNE, con un tercio del total de diputados electos para esta legislatura, buscará revertir la anulación del plazo de la #CICIG que un Jimmy Morales (acorralado por el cúmulo de denuncias contra él y su círculo familiar cercano) decidió unilateralmente disolver?
  • ¿La bancada de la Unidad Nacional de la Esperanza finalmente le dará trámite a todas las solicitudes de antejuicio contra Jimmy Morales? Al final, la alianza criminal se rompió cuando el gobierno central no dio el feriado oficial acostumbrado después de un día de votaciones y en esa movilización al interior de la República estaba concentrado mucho de su voto duro…
Sobre Alejandro Giammattei – partido Vamos.
Mucho se habló de los “gallos tapados” de estas elecciones presidenciales, pero nadie daba un vaticinio sobre la virtual victoria de este personaje hasta el momento que dejaron fuera a Thelma Aldana y que no hubo un consenso entre los partidos de izquierda para impulsar, o a Manuel Villacorta (del partido Winaq) o a Thelma Cabrera (del Movimiento para la Liberación de los Pueblos, MLP) para tener una verdadera opción en segunda vuelta.
Vamos, por su parte, no es más que un vehículo electoral construido alrededor del actual candidato electo para la presidencia, sin estructura partidaria en todo el país – como sí la tiene la UNE – y cuya victoria debe reconocerla en el ámbito de la poca legitimidad del proceso electoral (con la no inscripción de Thelma Aldana) y denuncias por fraudes electorales en varios municipios. Un 23% de la población guatemalteca no le da la legitimación suficiente a su victoria, aunque sí refleja cómo el antivoto, el machismo, la misoginia y la desinformación al respecto de Sandra caló en un “electorado clasemediero” de las principales cabeceras departamentales y la ciudad de Guatemala.
La fórmula de convencimiento de las capas medias la sabemos y no ha evolucionado desde 1985, salvo en el periodo de Álvaro Colom, cuando el área rural volteó el voto duro de la ciudad de Guatemala.
El criterio de oportunidad que se le da a Vamos viene del descontento generalizado contra los caciques locales de la UNE, quiénes – valiéndose del clientelismo – se recuerdan de sus bases y territorios por seis meses, cada cuatro años.
Al provenir de un contexto de guerra, el sinónimo de “mano dura” de los gobiernos populistas de derecha en Guatemala es asociado implícitamente con la “capacidad de poner orden” y en esa falacia residió el eslogan de campaña.
¡Qué rápido olvidaron la cercanía entre Óscar Berger – Otto Perez Molina – Alejandro Giammattei en el gobierno de la Gran Alianza Nacional!
Esa tríada pone de manifiesto la cercanía entre cuerpos ilegales y aparatos clandestinos de seguridad (recordemos el incremento de la “violencia común” durante el gobierno de Berger, más puntualmente los ataques a los buses rojos), el incremento de la conflictividad social por la adjudicación del contrato a la Mina Marlin en Sipacapa, San Marcos; a Cementos Progreso, en San Juan Sacatepéquez y promesas de megaproyectos que se quedaron en papel.
Durante el gobierno de Otto, continuó la misma lógica y con Alejandro, posiblemente solo se recrudecerá la conflictividad social y agraria, dada la intolerancia demostrada a los sectores populares que – con pleno derecho a la asociación y libertad de expresión – demandan la cercanía de un Estado ausente.
Alejandro enciende los temores del continuismo e improvisación de Jimmy Morales, en cuanto a la tibieza y el silencio del nuevo presidente electo ante temas con gran impacto social (redadas anti inmigrantes por Trump en Mississipi, niños separados de sus padres en la frontera, acuerdo del tercer país seguro, entre otros)
Enciende las alarmas de los grupos de derechos humanos al no fijar postura sobre la CICIG (por tener casos abiertos contra funcionarios de la GANA) y, gracias a su elocuencia, ya dejó en claro su intolerancia ante el descontento social que aún Recurre a los paros y tomas de carreteras como medidas de presión para impulsar agendas sociales.
Desalienta saber que su elección no fue resultado de convicción por su discurso , retórica y oratoria (sólo recordemos su monólogo ante Guatevision) sino del suicidio que “la institucionalidad” orilló a un país que no tiene nada que celebrar hoy, lunes 12 de agosto.
El abstencionismo es muestra rotunda del desencanto del sistema democrático guatemalteco: ¡nadie confía en la clase política!
Quiénes acudieron a las urnas lo hicieron con plena convicción de un voto de castigo contra Sandra Torres – por lo que el trabajo mediático logró posicionar en su contra y los errores propios de la UNE – más allá de una certeza de que el país saldrá del lodo en el que nos dejó la inexperiencia de un Jimmy Morales, dedicado a seguir el guión de la impunidad como buen actor que es.
Mientras el cacicazgo, el financiamiento electoral ilícito y los fantasmas del pasado continúen creando partidos – franquicia o vehículos electorales, Guatemala no podrá cambiar la página; hasta que la ciudadanía guatemalteca comprenda que su rol cívico va más allá de la inversión de unos minutos en emitir su voto y que hoy – más que nunca – es necesaria la auditoría social para contrarrestar el fundamentalismo religioso, la criminalización de la protesta social y defensa del territorio y la reivindicación de derechos humanos en el país, quizá, nuestro destino cambie; caso contrario, seguiremos siendo un Estado Fallido.
Quetzaltenango, 12 de agosto de 2019.
 (*) Arquitecto, poeta, gestor cultural, activista, librepensador. Escribo porque es necesario diluir el silencio. #SoySemilla
Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor y no del partido. Esta opinión fue publicada originalmente en Medium 



Guatemala la guajera

Fernando Barillas Santa Cruz (*)

Nada bueno se vislumbra a nivel político en el país.

El férreo conservadurismo y el miedo real a un cambio estructural, alimentado por prejuicios y creencias obsoletas de las sociedades urbanas más el hambre y el deseo de obtener el único beneficio que los más pobres reciben de la democracia, que se traduce en regalos y dádivas durante el proceso electoral, tienen nuevamente a Guatemala entre dos opciones que no la llevarán a ningún lado.

Allí está Sandra Torres, persistente, necia. Ella, con un cuero tan fuerte, capaz de resistir toda clase de embates, cuestionamientos, acusaciones y ridiculizaciones, finalmente está a punto de cumplir su más anhelado sueño: ser presidenta.

Es de reconocerle su resiliencia —o ambición—. Cualquier político con un poco de amor propio habría tirado la toalla hace ratos. Y no es que Sandra no lo tenga: quizá tiene de más.

Sobrevivió al circo que ella misma construyó cuando se divorció del presidente Colom para satisfacer su capricho de ser la sucesora del gobierno de la UNE. Muy a su estilo y con la complacencia de los dirigentes partidarios, empujados más por miedo que por convencimiento, estos acompañaron a Sandra en esa batalla ilegal que, a pesar de todo, representó una gran victoria para el partido en el Legislativo en las elecciones de 2011.

La humillación que sufrió en las urnas tras la segunda vuelta del 2015 —hasta Jimmy le ganó— nos hizo pensar que su carrera política había terminado. Sin embargo, la gestión del comediante ha sido tan escandalosamente mala que prácticamente todos los índices de desarrollo humano presentan retrocesos. Hoy tenemos un país más desigual, más desnutrido, más pobre, más desesperado, todas ellas condiciones que fortalecen la candidatura de Sandra.

Por eso el voto por la ex primera dama es un voto desde el hambre, un voto por resolver aunque sea la comida inmediata y confiar después en que el Gobierno los atienda a pesar del conservadurismo capitalino, que hace todo lo posible por invisibilizarlos, por satanizarlos.
Y si bien suenan nobles las prioridades por las que apostaría un eventual gobierno de Sandra, no todo es tan bonito. Ella ha abierto sus puertas a operadores políticos perversos y al financiamiento electoral ilícito. El fin justifica los medios y, comprobado está, no tiene escrúpulos para aliarse con quien sea con el fin de alcanzar su objetivo.

El único ganador aquí es el sistema, al que no le importa cuál de estas dos opciones alcance el poder.

Hará todo, pasará por encima de cualquiera, por más cercano que sea, si llega a sentirse agredida, amenazada, perseguida o, peor aún, desafiada. Solo Carlos Raúl Morales, eficientísimo diplomático de carrera y buen canciller en su tiempo, podría ser capaz de influir positivamente en Sandra. Por lo demás, muy poca gente buena queda dentro de la UNE.

Y está también Alejandro Giammattei, el eterno candidato, el que está rodeado por los mismos militares que acompañan a Jimmy, el que alcahuetea las torpes políticas del actual gobierno. Pero es blanco, tiene un apellido de esos difíciles de escribir, habla fuerte, es conservador y se refiere vehementemente a Dios y a Israel. Ello es suficiente para las sociedades urbanas, que niegan su clasismo y su racismo, pero que lo practican naturalmente y a lo mejor inconscientemente.

Con Giammattei solo podemos esperar continuismo. Un recrudecimiento en la persecución de defensores de derechos humanos, activistas sociales y periodistas. Un monigote más de la gran patronal, consecuente con las compañías extractivas e intolerante con grupos indígenas y de diversidad sexual.

Entre ellos dos Guatemala tiene que elegir. Qué ofertón, diría el meme.

El único ganador aquí es el sistema, al que no le importa cuál de estas dos opciones alcance el poder. Ha garantizado su permanencia y tendrá cuatro años más para recuperarse de los durísimos golpes que le propinó la Cicig y seguir inyectando miedo ante cualquier idea que lo cuestione o busque transformarlo.

Donde queda un hilo de esperanza es en el Congreso. Si se logra construir una alianza sólida y programática entre Winaq, Semilla, MLP, URNG y BIEN, será posible hacerle un buen contrapeso a la nueva noche oscura que se avecina. Hay tiempo para ello.

Hacer política de verdad y construir instituciones partidarias sólidas es quizá el único camino que nos queda para que dentro de cuatro años no nos toque andar otra vez de guajeros, buscando en la basura quién es el menos peor para gobernar.

(*) Desobediente. Creyente de la insoportable levedad mediática. Vivo en un país que puede que tenga remedio.

Colaborador Semilla.


Nota: Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad exclusiva del autor. Esta opinión fue publicada originalmente en Plaza Pública. 




COMUNICADO




Programa político del municipio de Guatemala

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