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Candidatos a diputados trabajan en plan para agenda legislativa

Comprometidos con el futuro de Guatemala, candidatos y candidatas al Congreso de la República del Movimiento Semilla trabajan en varios temas para consensuar un plan de agenda legislativa, para el periodo 2020-2024.

El primer taller de trabajo se efectuó con representantes de los distritos de Guatemala, San Marcos, Quiché, Quetzaltenango, Huehuetenango, Distrito Central y Listado Nacional. Además del candidato a la vicepresidencia Jonathan Menkos.

Cada representante distrital señaló los problemas que más afectan a la población y los que se deben atender con rapidez el próximo año. Destacan: la infraestructura, salud, seguridad, educación, entre otros.

De acuerdo con los participantes, el objetivo del plan es priorizar los objetivos encaminados al Plan de Gobierno (Ejecutivo) y obtener resultados positivos durante la próxima legislatura.

Samuel Pérez Álvarez, secretario general de Movimiento Semilla y candidato a diputado por el Distrito Central, dijo:

“El objetivo es dar respuestas a la población en cuanto a la implementación de políticas públicas, que puedan atender los problemas estructurales”.

“Estamos empatando la parte del plan de trabajo del Ejecutivo con las agendas legislativas, que serán un gran aporte en el Congreso”, enfatizó el secretario general.

Los tres ejes principales que se abordaron para la agenda legislativa son, el combate a la corrupción, rescate institucional y dar respuestas a la población.

El plan de trabajo es parte del proceso estratégico que implementará el Movimiento Semilla durante el proceso electoral democrático del próximo 16 de junio.

Pérez concluyó que aún se encuentran solventando algunos detalles dentro del proceso administrativo ante el Tribunal Supremo Electoral, procesos indispensables de acuerdo con la Ley Electoral y de Partidos Políticos, para comenzar la campaña.




Discurso en Asamblea de nominación Movimiento Semilla 10 de marzo de 2019

Samuel Pérez Álvarez /

Semilla, germinación y primavera eterna.

En el año 2014 un grupo de reconocidos hombres y mujeres preocupados por nuestro país, empezaron a reunirse para analizar y reflexionar los profundos problemas que vienen afectando a la sociedad guatemalteca en los últimos años. Las condiciones de vida de la gente y la institucionalidad democrática empeoraban con los sucesivos gobiernos. Identificaron una crisis del Estado y compartieron ideas para revertirla.

En ese momento de frustración, el gobierno Patriota estaba en ejercicio, los hospitales sin medicinas y la corrupción dándose gusto.

Luego, llegó el 2015 y algo cambió en Guatemala. En ese momento no dimensionamos la profundidad de la crisis, la incidencia de las movilizaciones, ni la capacidad transformadora de una sociedad que, si se organiza, puede tumbar gobiernos corruptos. En ese momento, las reivindicaciones históricas se unieron a nuevas generaciones que creaban nuevas identidades políticas, con una consigna clara de rechazo al saqueo de lo público y a la corrupción tradicional, y una determinación inquebrantable de rescate institucional.

Esta jornada, ya histórica, de movilizaciones sociales fue el marco bajo el cual surge la oportunidad de organizar la indignación y transformarla en acción política. De tener un pie en la protesta y el otro en la propuesta, de salir a las calles, pero también de pensar en las urnas. Reconocer que existe una desconexión absoluta entre las demandas ciudadanas y los corruptos en el gobierno. Que mientras las calles exigen combatir la corrupción, el Congreso consigue 105 para garantizarse impunidad a ellos y a sus financistas.

Esta es la realidad en la que vivimos y estamos llamados y llamadas a transformar. Hoy damos el primer paso para concretar la demanda de depuración de las instituciones, de sacar a los políticos tradicionales y empezar a reemplazarles con gente digna, para que nunca vuelvan.

Una parte de lo que originó la transformación democrática del 2015 fueron las protestas, pero lo que fue determinante fue el trabajo de quienes desde la función pública defendieron la justicia, el Estado democrático de Derecho y visibilizaron las prácticas de saqueo que nadie se había atrevido a investigar por miedo a las represalias de los corruptos. Sin embargo, la historia gira hacia el lado correcto y ahora quienes tienen miedo son ellos.

En ese sentido, no existe mayor expresión de esa denuncia y combate frontal y contundente a la corrupción que el trabajo hecho por quien hoy nos acompaña aquí: Thelma Aldana, quien, con tenaz determinación, dio un paso adelanta para limpiar el Estado y todo el país la seguimos. Hoy la historia nos ha hecho coincidir en este Movimiento que hemos construido con la misma aspiración de un país mejor.

Llevamos en nuestra esencia, la esencia democrática de Guatemala, esa esencia que se enfrentó a la dictadura colonial en los levantamientos indígenas de 1820, que se enfrentó a la dictadura militar con la revolución de octubre de 1944 y que hoy nos enfrentamos a otra dictadura, la dictadura de la impunidad y la incapacidad que ha capturado nuestro Estado y que estamos dispuestos a recuperar.

Un Estado al cual le urge pasar por tres etapas de recuperación, una reforma política y administrativa, una etapa de consolidación institucional y una de implementación de políticas.

En la primera etapa, los retos serán pasar de un Estado capturado a un Estado moderno. Combatir una burocracia clientelar y de sindicatos cooptados y convertirla en un servicio civil técnico, profesional y eficiente, que dignifique lo público y que pueda empezar a dar respuestas a la población. Que se constituya en una catapulta al desarrollo y no en un ancla. Por otro lado, una reforma política que permita la representación de las mayorías sociales y quiebre el monopolio de los partidos tradicionales y de sus financistas ilícitos. Que deje de incentivar la opacidad y fomente la transparencia.

Una segunda etapa de consolidación institucional, donde el gran reto será pasar de un Estado ausente a un Estado para la gente. Que las instituciones públicas tengan sentido y visión estratégica, que dejen de ser vistas como el botín de criminales que llegan a saquearlas y dejen de crearse nuevas para pagar favores políticos. Que empiecen a pensarse para eliminar problemas sociales.

Una última etapa de implementación de políticas, y esto es hablar de largo plazo. Garantizar el cumplimiento de políticas de Estado, recuperar el tiempo perdido y la legitimidad del Estado a partir de resultados. Que a lo interno logremos el enorme reto de reconciliarnos en nuestra pluralidad, y que, hacia afuera, Guatemala recupere dignamente su lugar en el mundo. Que las políticas públicas empiecen a atender las crisis humanas que vemos a diario en las calles con el 60% de pobreza, donde la gente se ve obligada a irse, que dejemos de ser la mano de obra barata del mundo y empecemos a ser vanguardia en innovación, tecnología o energías alternativas.

Para todo esto, la condición es empezar por encabezar firmemente la lucha contra la corrupción. La corrupción se corrige desde lo jurídico, pero se combate desde lo político y el momento de empezar es ahora.

Los adversarios lo saben y por eso tienen miedo, el pacto de corruptos se pone nervioso cada vez que Semilla se reúne y lo intentan impedir, pero cada vez que lo intentan, fracasan.

Para realizar hoy nuestra Asamblea Nacional tuvimos que navegar contra-corriente y responder con acciones más que con palabras. Nos dijeron: no van a llegar al grupo promotor, y llegamos al grupo promotor. No van a llegar a las 23 mil adhesiones, y llegamos a 25 mil. No van a organizar los 50 municipios y 12 departamentos, y llegamos a 80 municipios en 20 departamentos, sin dinero, en menos de un año. No van a inscribir a su binomio, y lo vamos a inscribir. Ya solo queremos que nos digan que no vamos a ganar las elecciones, porque las vamos a ganar.

Después de muchos años, llegó el momento de empezar a ver el futuro con esperanza e ilusión. De ir a votar y por primera vez salir de la urna con satisfacción. Y de recordar que ganar las elecciones no es lo más importante, sino poner todas nuestras capacidades y solvencia al servicio del país.

Quiero resaltar que quienes sean electas y electos en los diferentes cargos a elección popular hablarán por todas y todos nosotros, lo que harán lo hará el Movimiento Semilla y la historia los va a juzgar por lo que hicieron, pero también por lo que dijeron que harían y no hicieron. No olviden nunca, bajo ninguna circunstancia, conducirse conforme a principios éticos, el partido y el país se los vamos a reconocer.

No perdamos de vista que nuestro objetivo va más allá de un proceso electoral, seguiremos construyendo este proyecto de largo plazo, el Movimiento Semilla se dispone a trascender en la historia, que la democracia se constituya en una nueva cultura política y que irradie a la sociedad entera, porque los verdaderos cambios políticos son sobre todo cambios culturales.

Ante los ataques, el temor y la incertidumbre de un sistema podrido que ve de frente su inminente muerte y se resiste con fuerza a sucumbir, recordamos que el camino es largo y lleno de obstáculos. Hay mucho por hacer, pero hoy hemos empezado.

Samuel Pérez Álvarez
Secretario General
Movimiento Semilla




Yo me expreso, tú te expresas “Él o ella se expresa…”

Anabella Giracca / 

La libertad de expresarnos es, sin duda, uno de los baluartes democráticos más significativos. Existe una importante tendencia en tribunales de Estados de las Américas, de avanzar hacia una vigorosa protección del derecho a la libertad de pensamiento y expresión de las personas para dar pasos decisivos hacia la consolidación y preservación de sistemas democráticos pluralistas y deliberativos.

Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de su elección.

La libertad de expresión no solo es un derecho derivado de la autonomía humana, sino de su valor instrumental para el ejercicio de los demás derechos fundamentales y de su función esencial dentro de los regímenes democráticos. “Son componentes fundamentales del ejercicio de la democracia la transparencia de las actividades gubernamentales, la probidad, la responsabilidad de los gobiernos en la gestión pública, el respeto por los derechos sociales y la libertad de expresión y de prensa.” Carta Democrática Interamericana, Artículo 4.

Interesante cómo la jurisprudencia interamericana ha explicado que la libertad de expresión es un medio para el intercambio de informaciones e ideas entre las personas y para la comunicación masiva entre los seres humanos. Se ha precisado que, para el ciudadano común, es tan importante el conocimiento de la opinión ajena o la información de que disponen otras personas, como el derecho a difundir las propias creencias o informaciones.

Pero no todo es color de rosa: la libertad de expresión es derecho de derechos, pero para que no nos la limiten, la tenemos que cuidar. Y una de las mejores formas de hacerlo es ejercerla con responsabilidad. En tiempos de medios digitales, este reto se hace aun más grande, ya que la mayoría tiene acceso a emitir opinión (aún tomando en cuenta las enormes brechas que enfrentamos). Ante esa facilidad, existe una seria amenaza: la regulación restrictiva del uso de los medios en Internet. Ya sea por razones políticas, religiosas, moralistas, etcétera, se corre el peligro de provocar la restricción del acceso a la red y sancionar a los intermediarios que permitan opiniones ofensivas o inclusive, chocantes. Esta gran tentación antidemocrática, es el riesgo enorme de una infundada limitación a la circulación del discurso. Entonces mucho ojo con quienes confunden el propósito y alcances de la emisión del pensamiento, con la propagación de falsedades. Interesante debate, ¿no?

De usar correctamente la libertad, depende que ese derecho de derechos se mantenga vigoroso. Y de evitar que el Congreso pretenda amputarlo. (¿Aló caso Marduk?).

ref: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/10/10/yo-me-expreso-tu-te-expresas/




La manada ¿A dónde va Vicente?.

Anabella Giracca / 

Múltiples investigaciones ponen en evidencia que muchos seres humanos buscan pertenecer a un grupo. ¿Falso consenso o instinto de manada? Como que resulta mucho más cómodo ser vagón.

Cuando el sistema educativo es deficiente y carente de calidad; cuando no se desarrolla pensamiento crítico; cuando no se aprende a “historizar” los hechos, es mucho más “seguro” imitar al vecino. No pensar, no definir, no sentir, no investigar, no perder el tiempo en lecturas “innecesarias”.

Entonces los estereotipos se afianzan, porque se repite lo que dicen los demás y sin pensarlo. Eso genera sentido de “pertenencia”. Falsa sensación de aceptación y de identidad. Además, con el afán de homogeneización que existe por estos rumbos; con esa obsesión de poner todos los relojes a la misma hora, se considera un riesgo sacar la cabeza para opinar diferente. “¡Cuidado!”, es mejor permanecer en silencio, a flote y asentir a lo que dice la mayoría. De otra forma, le llaman sedición. Además, existen perversos dedicados a sembrar mentiras en el imaginario hasta que, de tanto repetirlas paran pareciendo verdad. Manejan lo verosímil y no lo verdadero; la manipulación; los intereses personales; la apariencia y no la realidad. Y muchos repiten…

Vaya fenómeno que nos tiene de rodillas. El miedo, la inseguridad, la amenaza. Silencio. Un ejemplo simple: se ha preguntado a supuestos “representantes” de diversos sectores, por qué se oponen a la CICIG. En la mayoría de los casos (pena ajena), no hay criterios, ni análisis, ni pensamiento crítico de por medio. Solo existe la intención de seguir al rebaño, aunque los lleve directo al despeñadero. La misma cantaleta. Que si la soberanía, que si Iván atenta contra la seguridad nacional, que si no han logrado nada. De ahí no pasan.

O sea que muchos deciden concordar con la opinión de su gremio aun sabiendo que dan una respuesta equivocada, se arriesgan con tal de quedar bien con su pequeña tropa. Esto puede parecer anecdótico o irrelevante, pero lo que reflejan estudios es que la mayoría acepta algo obviamente erróneo, simplemente porque lo dice su grupo. Renuncian a su propia opinión, a su capacidad personal de raciocinio, supeditándose a la opinión errónea de la mayoría. Evidentemente, son mecanismos ineficientes, un desperdicio de recursos intelectuales y un síntoma antievolutivo.

El reto está básicamente en la emancipación mental; en ver la realidad despojándonos de esas ficciones abstractas que pululan en el ambiente. Es simple, ver con nuestros propios ojos, investigar, informarnos. Con argumentos y criterios serios: ¿realmente cree que la CICIG no ha logrado nada? ¿Realmente cree que atenta contra nuestra soberanía? ¿Realmente cree que Iván Velásquez atenta contra la seguridad nacional? ¿Realmente?

 

ref: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/09/26/la-manada/




Sobre religión y política

Anabella Giracca / 

Cantando el himno nacional a todo pulmón; participando en un concurso de poesía… O haciendo el acróstico P A T R I A L I B R E, no se consigue país (menos vistiendo de “típico” a los patojos).

Hoy celebramos la independencia sin independencia, sin libertad, sin emancipación. Sesenta por ciento de pobreza en el silencio. Miles de deportados, en el silencio. Sequía y hambruna, en el silencio. ¿Está la “soberanía” en peligro a causa de la CICIG? (risa). ¿Es deshaciéndose de Iván Velásquez como nos independizamos? (risa). ¿Es la lucha personal de algunos por sobrevivir a su propia guerra la que marca nuestros tiempos? Se olvidaron de la patria, la dejaron regada por ahí. Delincuentes con bandera nacional quemándose en su pecho. Inventando historias. Sembrando miedo. Tiempos de incertidumbre, de latente represión
y dictadura. ¿Independencia? ¡No me diga!

En terrenos baldíos, colonias y caseríos retumban los tambores, platos, trompetas y algún triangulo extraviado. Batonistas satinadas. Bum, bum. Jóvenes que no han logrado sin choque sangriento colocar a la patria en un trono de amor. ¿Militares patrullando sombras? ¿Independencia? (risa).

Pero bueno, ante esta debacle, mejor un regalo a su nombre inmortal: 15 poemas de Humberto Ak’abal:

  1. Las hojas de los árboles tiñen la voz. / Por eso el canto de los pájaros es verde. 2. Estos versos tristes / vagan solos en esta página, / ella no está / y yo estoy ausente. 3. Quisiera dejarte mi corazón así como está: roto / con el sueño de que talvez la grieta pudiera servirte de: puerta. 4. Tu desnudez se vistió de río, / saliste limpia, / y el agua se quedó morena. 5. Olvido, esta es una palabra bella que no sirve para nada. 6. El corazón me hace bulto en la espalda / de tanto suspiro. 7. Yo no hablo solo, / platico con las palabras que has dejado en el patio de la casa. 8. Si no fuera por el sol, / los pobres hace tiempo que hubieran muerto de frío. / De hambre se muere poco a poco. 9. No es que las piedras sean mudas: solo guardan silencio. 10. Las veredas de mi pueblo se le enredan a uno entre los pies. 11. La luna busca algún agujero en las casas de adobes, / entra / y se sienta en el suelo. 12. Venados, conejos, quetzales, palomas, bejucos, flores y arbolitos. / Ponchos de pura lana de chivo. / Tejidos momostecos / soñar envueltos en ellos es como si te durmieras en el monte.
  2. La justicia no habla en lenguas mayas, / la justicia no desciende a los pobres, / la justicia no usa caites, / la justicia no camina descalza por caminos de tierra.
    14. A nosotros los indios nos ha hecho famosos el odio de los imbéciles. 15. Esa historia no la cuento; / la lloro.

PD: ¿Independencia? Si queda alguna, se viste con la voz de los pueblos que hoy alzan su demanda con valor. Con ánima fiera.

ref: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/09/19/sobre-religion-y-politica/




¿Tu nombre inmortal? Esa luz redonda es un hoyo lleno de luna.

Anabella Giracca

 

Cantando el himno nacional a todo pulmón; participando en un concurso de poesía… O haciendo el acróstico P A T R I A L I B R E, no se consigue país (menos vistiendo de “típico” a los patojos).

Hoy celebramos la independencia sin independencia, sin libertad, sin emancipación. Sesenta por ciento de pobreza en el silencio. Miles de deportados, en el silencio. Sequía y hambruna, en el silencio. ¿Está la “soberanía” en peligro a causa de la CICIG? (risa). ¿Es deshaciéndose de Iván Velásquez como nos independizamos? (risa). ¿Es la lucha personal de algunos por sobrevivir a su propia guerra la que marca nuestros tiempos? Se olvidaron de la patria, la dejaron regada por ahí. Delincuentes con bandera nacional quemándose en su pecho. Inventando historias. Sembrando miedo. Tiempos de incertidumbre, de latente represión
y dictadura. ¿Independencia? ¡No me diga!

En terrenos baldíos, colonias y caseríos retumban los tambores, platos, trompetas y algún triangulo extraviado. Batonistas satinadas. Bum, bum. Jóvenes que no han logrado sin choque sangriento colocar a la patria en un trono de amor. ¿Militares patrullando sombras? ¿Independencia? (risa).

Pero bueno, ante esta debacle, mejor un regalo a su nombre inmortal: 15 poemas de Humberto Ak’abal:

  1. Las hojas de los árboles tiñen la voz. / Por eso el canto de los pájaros es verde. 2. Estos versos tristes / vagan solos en esta página, / ella no está / y yo estoy ausente. 3. Quisiera dejarte mi corazón así como está: roto / con el sueño de que talvez la grieta pudiera servirte de: puerta. 4. Tu desnudez se vistió de río, / saliste limpia, / y el agua se quedó morena. 5. Olvido, esta es una palabra bella que no sirve para nada. 6. El corazón me hace bulto en la espalda / de tanto suspiro. 7. Yo no hablo solo, / platico con las palabras que has dejado en el patio de la casa. 8. Si no fuera por el sol, / los pobres hace tiempo que hubieran muerto de frío. / De hambre se muere poco a poco. 9. No es que las piedras sean mudas: solo guardan silencio. 10. Las veredas de mi pueblo se le enredan a uno entre los pies. 11. La luna busca algún agujero en las casas de adobes, / entra / y se sienta en el suelo. 12. Venados, conejos, quetzales, palomas, bejucos, flores y arbolitos. / Ponchos de pura lana de chivo. / Tejidos momostecos / soñar envueltos en ellos es como si te durmieras en el monte.
  2. La justicia no habla en lenguas mayas, / la justicia no desciende a los pobres, / la justicia no usa caites, / la justicia no camina descalza por caminos de tierra.
    14. A nosotros los indios nos ha hecho famosos el odio de los imbéciles. 15. Esa historia no la cuento; / la lloro.

PD: ¿Independencia? Si queda alguna, se viste con la voz de los pueblos que hoy alzan su demanda con valor. Con ánima fiera.

ref: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/09/12/tu-nombre-inmortal/

 




Notas. Queda el desgaste.

Anabella Giracca

 Acá algunas notas recogidas acerca de la desafortunada decisión del presidente anunciando, con un año de anticipación, la noticia de no prorrogar el mandato de la CICIG. En su gran mayoría, hay indignación y cada día se suman más para condenarlo: Utilizó una forma intimidatoria y una demostración de poder innecesarias. Mensaje revanchista que no hizo más que impulsar propias agendas. “Déjà vu”, retorno, recuerdos maltrechos de este verde corazón roto.

Nuestra historia se viste de camuflaje nuevamente. Lenguaje de lo simbólico: en política la forma es fondo (Jesús Reyes). Suele decirse que los modos, gestos, actitudes, comportamientos…, o sea, lo externo es materia y substancia que puede influir en decisiones trascendentales en la carrera de un político. Los procedimientos y la manera en que se articula la política, son tan relevantes como la materia misma. Acá, los mensajes están cada vez más cargados en lo audiovisual, sopesan más las imágenes que los contenidos. Ver al presidente como muñeco en aparador, respaldado por un batallón, fue suficiente para evidenciar su debilidad y ese afán obsesivo de poder equivocado y amenaza. Abrir frentes innecesarios con la comunidad internacional: delicado es apresurarse y no saber los momentos apropiados y los mecanismos correctos que respeten los convenios y acuerdos con otros países. Se abrió a la presión social, a la internacional, ¿para? ¿Dejarnos nuevamente como bárbaros? Altísimo nivel de vehículos artillados con ametralladoras de alto calibre: son armas y vehículos de frontera. Hacerlos desfilar incumplió con la responsabilidad de cuidar límites, todo por una falsa demostración de poder (uf, vaya estilo). Intereses de por medio: conflicto de intereses. O sea, alguien queda inhabilitado y estaría obligado a buscar consenso más amplio de la sociedad para tomar decisiones. Es decir, una persona incurre en conflicto de intereses cuando en vez de cumplir con lo debido, podría guiar sus decisiones o actuar en beneficio propio o de un tercero. El presidente, siendo sujeto de investigación, carece de objetividad para tomar decisiones a favor del bien común. Algo más: obviamente algo mayor iba a ocurrir. Muchas versiones hay al respecto, lo que sí parece ser un hecho, es que le falló el plan. (¿O se retractó?). Instrumentalizar la marcha del domingo: fue intención fallida, porque en la misma plaza “por la vida”, había gente apoyando a la CICIG. Decir que esa marcha fue a su favor, sería un acto de piratería. El desgaste: aunque muchos celebren un supuesto “triunfo de la impunidad” (y no hay que menospreciarlo), el presidente dio un paso más en falso y ahora le queda la decadencia. Cada vez más solo; cada vez más burlado. Y la crisis no cesa. Y los infelices arrebatos continúan…

ref: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/09/05/notas/




Invisibles “A costas del porvenir”

Anabella Giracca / 

La invisibilización es una de las máscaras que utiliza la más aguda discriminación para esconder la verdad. Subterfugios que opacan imágenes hasta desaparecerlas del imaginario. Escondites donde se callan voces y se anulan conciencias. Efectivamente la invisibilización es el mecanismo más barato para ocultar realidades que duelen. Para evadir responsabilidades donde las instituciones se repliegan de su compromiso (el analfabeta es analfabeta porque quiere; los pobres son responsables de su pobreza; los jóvenes son culpables de su rebeldía…). Generalmente quienes están nombrados para administrar el Estado, se lavan las manos, voltean la cara para satisfacer sus propias y espurias biografías personales. Para garantizar sus propios futuros a costas del porvenir de todo un pueblo.

La invisibilización impide recoger en estampas la vida habitual; esconde lo cotidiano y, en definitiva, impide narrar la verdadera historia nacional. O sea obstaculiza la posibilidad de desatar los nudos del futuro.

La invisibilización no permite penetrar en las venas de la sociedad. Los fenómenos no se ven claramente. Evita respuestas concretas a las necesidades concretas de la población.

La invisibilización activa los dispositivos simbólicos de la maquinaria simbólica: se resalta el retorno de lo “bárbaro”. Se construye desde la política del miedo: el migrante, el joven, el indígena, entre otros. O sea, se ve al “otro” como una amenaza. Sí, muchas veces se intensifica la criminalización de colectivos sociales. ¿Por? Simplemente porque, en parte, son los colectivos los que visibilizan las lágrimas de la realidad.

La invisibilización activa el temor al disenso: favorece sistemas políticos bajo los principios de la homogenización o asimilación solapada. (Prohibido hablar con alguien que piense diferente).

Pues el reto actual consiste en visibilizar de nuevo la realidad. Retornar a los rostros. Ver frente a frente ese aterrador y apocalíptico 46 por ciento de desnutrición crónica infantil, para empezar. Quizá sea preciso recordar que solo haciéndole frente a las circunstancias le daremos un semblante a las promesas de futuro (en realidad siempre llegamos tarde al futuro). Tenemos la responsabilidad de pensarlo para las generaciones que nos siguen y que están en condiciones de alcanzarlo a tiempo. Exigir con fuerza el retorno a los hechos, al trazo exacto de esta realidad que tanto está doliendo. Porque está claro que seguir ignorándola es una aberración.

Nos corresponde hallar una salida al círculo vicioso de los rencores. Visibilizar sí, dibujar de nuevo las necesidades para atenderlas con urgencia. Solo así haremos sociedad, solo activando de nuevo los sentidos para entender que nos estamos hundiendo de verdad. (Actuemos).

Referencia: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/08/29/invisibles/

 

 




Ladrones de tiempo: ¿signo o causa del subdesarrollo?

Ana Samayoa / 

El tiempo es dinero, el tiempo es oro, el tiempo perdido hasta los santos lo lloran. Tenemos varios dichos que hablan sobre el valor del tiempo, a pesar de ser una de las “mercancías” menos valoradas.

Y es por esa razón que me sorprende que cada vez una persona en el tráfico se mete al final de una larga fila de carros hay alguien que sin falta le da paso *inserte emoji de facepalm aquí*.

A estas personas que no respetan la fila me gusta llamarles los “ladrones de tiempo”.

Todos hablamos sobre “ganar tiempo; perderlo o ahorrarlo, pero en realidad, el tiempo es algo tan ajeno a nuestro manejo, que ni siquiera podemos guardarlo. Interesantemente, aunque no hay manera de guardarlo, sí hay manera de robarlo. Hace mucho tiempo que quiero escribir sobre esto. Cuando regresé a Guatemala, ya como una (pseudo) adulta, me di cuenta que el tráfico en Guatemala se había convertido en un tema importante entre los guatemaltecos. El martirio que el citadino sufre por las interminables colas y las horas de camino desde y hacia su casa y trabajos, están en cada conversación del día. A pesar de que todos sufren el tráfico por igual, no falta el “listo” que se va paralelo a la fila hasta llegar al final y logra colarse para pasar primero sin haber “hecho su cola”. Los ladrones de tiemposon aquellos que toman ventaja de una situación y sin escrúpulos, toman un lugar que no les corresponde. Uso el término “ladrón de tiempo” porque al no haber llevado el debido proceso (entiéndase una fila, un proceso legal, un concurso), le está “robando” el tiempo a todos los demás expectantes que sí siguieron los pasos requeridos. Un ejemplo clásico puede ser cuando vamos en el tráfico y nos encontramos en un embudo o en un carril que se incorpora a otro; lo lógico es unirse a la fila de autos y esperar a que sea su turno para entrar al nuevo carril. Pero hay personas que en lugar de tomar el lugar que les corresponde, se mueven hasta el principio y esperan que les den lugar. No sé en realidad quién es peor. Si el que hace el mal o el que lo permite; pues si nadie les diera paso, estas personas dejarían de saltarse la fila.

ANUNCIO

Según varios estudios realizados, una persona pasa en promedio, cuatro años de su vida haciendo filas (y si es en Guatemala, probablemente sean como 6 años más en el tráfico). Si lo ponemos así, podríamos decir que la persona que se ahorra tres minutos saltándose la fila, casi literalmente, le está robando su vida. ¿Cómo? Tomando ese puñado de minutos extra que le toma el llegar al final de la fila e incorporarse a ella. Multipliquemos eso por 3 veces que eso puede pasar en el día mientras estamos en tráfico. Por 30 días del mes. Por 12 meses del año. Por 78 años que es la expectativa de vida promedio en Guatemala. Esas veces por un promedio de 3 minutos cada uno. Dividido 60 minutos en una hora, dividido 24 horas en el día, dividido 30 días en un mes.

Igual a 5.85 meses

Esta clase de persona, en promedio, le estará robando casi medio año de su vida en total.  Pero ahí no queda todo, a eso hay que agregarle que esa persona se va, nunca más la volverá a ver, y usted, seguirá en esa fila de automóviles… esperando.

¿Por qué traer este tema a la mesa? Porque si queremos llegar a ser una sociedad desarrollada, teniendo índices de desarrollo y felicidad de los más altos, debemos empezar por seguir reglas y procesos. Es imposible seguir con la característica cultural generalizada de “ser el más vivo” a costa de las reglas y el respeto ajeno, y esperar que eso nos lleve a avanzar como cultura. Por más cliché que esto suene, debo decirlo: si queremos que haya un cambio integral en nuestro país, debemos empezar por nosotros mismos; pero no sólo con no hacer estas cosas, sino con no permitirlas, denunciarlas y educar al vecino del por qué ellos tampoco deberían permitirlo. Los ladrones de tiempo son un problema latente en nuestra sociedad.

¿La buena noticia?

Está en nosotros cambiarlo.

 

Referencia: https://nomada.gt/blogs/ladrones-de-tiempo-signo-o-causa-del-subdesarrollo/




Cambio de piel “En nuestros huesos habita el rocío”.

Anabella Giracca

Acontecimientos ponen nuevamente en evidencia la urgente necesidad de rescatar el diálogo y la cultura de paz, ¿no es lo que todos queremos? Es hora de cambiar de piel, como esas serpientes en que la muda es un periodo de renovación y señal de crecimiento…, como desprenderse de una camisa vieja.

Es hora de cambiar de zapatos. De sustituir el descrédito por el reconocimiento; el ataque por la pregunta; el conflicto por la conciliación; la inmediatez por el futuro; la homogenización por la diversidad; la descalificación por la razón; la ignorancia por el pensamiento crítico; el discurso del odio por el discurso de la fraternidad. Es hora de mudar, porque tan exacerbadas confrontaciones nos sumergen hasta el ahogo. Sí, sustituyamos esta arraigada cultura de división por una de conexión. Porque en nuestros huesos habita el rocío, la historia que nos compete redireccionar.

Efectivamente una cultura de paz no abusa de sus herramientas tan brutalmente (redes por ejemplo), no ultraja las palabras. Se abre a un mundo donde las oposiciones se tornan en debates constructivos y hasta educativos. ¿No es lo que todos queremos?

Pero lo que ahora existe es descalificación feroz, pantano, sin nociones que respalden, sin propuestas ni puertas ni ventanas. Ni tan solo ápices pequeños de luz. Solo cascadas de odio que incitan a la penumbra y al oscurantismo.

En una cultura de paz no se valen descalificaciones que caen en la discriminación y fomentan el racismo. No se repiten mentiras que terminan pareciendo verdades. No se distrae a la opinión pública de los asuntos verdaderamente importantes (aló desnutrición, violencia, desempleo). Una cultura de paz no manipula ni ultraja; no vende ni subasta identidades; no hace uso y abuso de todo un pueblo para enredar. Una cultura de paz construye sobre la confianza, porque es colectiva y no personalista. Fomenta lo verdadero a cambio de lo verosímil. No hace más que ver la diversidad como un valor y un derecho. ¿No es eso lo que queremos?

Y es que basta con abrirse al cosmos de la cibernética para entender que estamos perdidos. Se repiten descréditos, se insisten insultos y, sobre todo, se invisibilizan mucho las ideas.

Iniciemos por fomentar miradas y “desfomentar”  autoritarismos y prepotencias. Pero ojo, que gracias a esas actitudes de dominio y de paternalismo, estamos atados, amordazados de palabra. Estamos trenzados a una política perversa. ¡Sí!, la hora de la muda no debe esperar más. Poner las palabras sobre la mesa, repletas de contenidos diversos, puede ser un buen principio. Tomar decisiones colectivas: un compromiso unido. Como una forma de convivencia social en la que seamos libres e iguales para opinar. (A eso se le llama democracia, por cierto).

Referencia: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/08/22/cambio-de-piel/