Al amigo
Anabella Giracca /
En momentos difíciles.
“Guatemala enfrenta tres problemas especialmente serios en materia de empleo y que incluyen a) limitada inversión, que se refleja en una generación de empleo decente absolutamente insuficiente, b) escasa transformación productiva, que se refleja en una productividad laboral estancada y c) la persistencia del empleo informal basado en trabajo por cuenta propia, en microempresa, o en un aumento del empleo asalariado en condiciones de trabajo sumamente precarias”. (Consultoría para la OIT, febrero 2018).
Palabras extraídas de uno de los tantos estudios que Juan Alberto Fuentes Knight ha realizado durante su talentosa trayectoria y que han sido generadores de pensamiento crítico a nivel internacional. Sin duda, un importantísimo referente de las ideas.
“La posibilidad de llegar a acuerdos territoriales o sectoriales de inversión podría asegurar mayor certeza y menores riesgos empresariales, derechos laborales garantizados (sin salarios diferenciados por área geográfica), consultas y acuerdos con las comunidades para impulsar proyectos de desarrollo social y productivos (público-privados), tomando en cuenta Convenio 169, y una para asegurar apoyo técnico y resolución de conflictos”. Hablo de un conciliador por naturaleza que busca la propuesta, el acuerdo, el diálogo permanente y democrático.
“Guatemala enfrenta tres graves problemas en relación al empleo y los salarios, que incluyen insuficiente inversión y empleo, baja y estancada productividad y la informalidad de una gran proporción de la actividad económica, que se extiende al ámbito de las condiciones de trabajo. A ello se suma un Estado sin la capacidad de implementar propuestas para enfrentar estos problemas”.
Hablo del intelectual de cepa y del comprometido por vocación. Quien con su entrega y visión colectiva, ha soñado con los cambios sustantivos que nuestro país necesita. Su capacidad para hacerle frente a múltiples situaciones complejas con ética, templanza y madurez han forjado en él ese liderazgo que lo caracteriza.
Su experiencia laboral ha sido remarcable. Juan Alberto tuteló durante años el trascendental Informe de Desarrollo Humano de Naciones Unidas, donde incursionó con valentía en Pueblos Indígenas, Desarrollo Rural, entre otros. Y es que él es uno de esos pensadores particularmente coherentes, aferrado al combate contra la inequidad y la injusticia; demócrata (como ninguno) de corazón. Una vida modesta y común, a la entrega de lo que todos añoramos: El cambio.
Hoy mi empatía, mi solidaridad con el hombre que enfrenta momentos tan difíciles. Con el amigo.
Columna de opinión tomada de El periódico
Ver texto original: https://elperiodico.com.gt/opinion/2018/02/21/al-amigo/